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UNA VIVIENDA EN CALMA EN EL CENTRO DE LA CIUDAD

Esta vivienda en el centro de Tarragona ha sido transformada en un refugio de calma y serenidad, reflejando la esencia del Mediterráneo. Ubicada en un edificio de 1870, la reforma ha respetado elementos originales como las vigas y los arcos, aportando un carácter único al espacio.

La cocina, concebida como el corazón del hogar, se convierte en un punto focal, revestida con azulejos artesanales que la elevan a una obra funcional y artística. Los tonos terrosos y las formas curvas predominan en el diseño, creando una sensación de suavidad y fluidez que invita a la relajación. Las formas orgánicas, además, no llegan al techo, manteniendo el espacio abierto y generando una armonía visual que transmite paz.

La vivienda cuenta con elementos flexibles, como puertas plegables que conectan una habitación con el salón, adaptándose a las necesidades del residente. La decoración, impregnada de diseño artesanal, incluye lámparas de cerámica y esculturas hechas a mano por mi que aportan un toque mediterráneo y artístico, logrando un espacio lleno de luz, tranquilidad e inspiración.